Una propuesta ambientalmente sustentable de reforma del transporte público automotor
La ciudad de Buenos Aires presenta serios problemas de calidad del aire. El problema más común es la superación de umbrales aceptables diarios de dióxido de carbono y las emisiones de ruido fuera de todo control.
Además el cambio climático está claro que no es algo que sucede en otras partes del mundo, es un problema global del que nuestra Ciudad no está ajena, tanto por sus efectos como por sus causas.
La información de inventarios de emisiones permite afirmar que el transporte público es uno de los principales responsables del deterioro de la calidad de aire local y la polución sonora.
El riesgo de aumento de emisiones de gases de efecto invernadero guarda relación directa con el crecimiento de la participación del transporte automotor en detrimento de otros modos de transporte (subte, tranvía).
Por lo tanto, la mejora en los estándares ambientales del transporte público automotor es una de las claves para un desarrollo sustentable de Buenos Aires, dado que significa una opción de mitigar el crecimiento de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), de reducción de los problemas locales de contaminación, y de mejora en la vida cotidiana de quienes residen y se movilizan en
La experiencia de otras ciudades de Latinoamérica muestra que si existe la voluntad política de enfrentar el desafío de mejorar el sistema de transporte público automotor (TPA), existirá el apoyo para el diseño y la gestión del financiamiento para la infraestructura.
El nivel tecnológico de los vehículos de transporte público está muy rezagado y carece de regulaciones que le exijan estándares ambientales en materia de gases y ruidos.
Frente a esto es indispensable que desde la Ciudad demos respuestas que reflejen la voluntad de atacar este problema, estimulen a las demás jurisdicciones a tomar una actitud similar, y muestren los lineamientos de una política que promueva un TPA sustentable ambientalmente en lo que hace a la emisión de gases y ruidos.