Crecimiento y Desarrollo Sustentable


A más de 5 años del colapso de la convertibilidad, la economía argentina presenta una fase de crecimiento impensado para lo que fue ese brutal fin de año 2001 y, de los primeros meses del 2002. La economía esta creciendo en un promedio cercano al nueve por ciento anual, y que acumula un poco más del 40% de crecimiento acumulado en términos constantes.

Sin embargo rige hoy aún una estructura económica que sigue desarticulada.
El desafío entonces es lograr pasar de este crecimiento impensado en aquellos días, al desarrollo sostenible, al desarrollo que se pueda sustentar en el tiempo y que genere transformaciones profundas en la economía, que nos ponga de cara a un crecimiento y desarrollo de largo aliento.

Para ello hay que pensar en un desarrollo vinculado a herramientas de política económica que permitan destinar los excedentes que se generan en algunas esferas productivas, hacia los sectores que se consideran estratégicos a partir de las potencialidades locales. Nuestro país y nuestra ciudad tienen una estructura productiva desequilibrada, con áreas que han crecido fuertemente y otras que han quedado desmantelados, como es el caso de la industria de bienes de capital. Hay crecimiento en determinadas ramas sustitutivas de importaciones y de actividades traccionadas por la agricultura. Sin embargo esto tiene poco efecto de encadenamiento en el proceso productivo, entonces es necesario brindar apoyo a todos los sectores económicos pero principalmente aquellos que potencialmente pueden generar mayor empleo y mejor redistribución del ingreso.

Proponemos:

LLevar a la Legislatura proyectos de apoyo a aquellas pequeñas y medianas empresas que en lugar de generar rentas a los sectores consolidados, como es el caso de las industrias vinculadas a las materas primas, permita el desarrollo de industrias de bienes de producción en el marco de nuevos paradigmas tecnológicos.

Nos planteamos programas que brinden apoyo transitoria y selectivamente a aquellas ramas de la producción que por su carácter dinámico en la generación y difusión de la tecnología contribuyen a la diversificación productiva. Nos referimos fundamentalmente a sectores como software, biotecnología, diseño, industrias culturales, turismo.

A su vez creemos que el Estado de la Ciudad de Buenos Aires además de validar las políticas públicas ya existentes sistematizando su oferta para un mejor aprovechamiento de los programas por parte de los posibles usuarios y una mejor aplicación de los recursos, fortifique la capacitación de los jóvenes en oficios tradicionales y en nuevas tecnologías.

 
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